♥Historia de Alfonso & La Tía♥ Un Amor de Campo
Amor de Campo
Alfonso es un empresario que reside en Santo Domingo, Capital de la Republica Dominicana, es casado con hijos. Alfonso fue un joven campesino con el mismo sueño de muchos de irse a vivir a la capital para poder superarse, estudiar y conseguir un mejor sustento de vida, deja Santa Cruz de Barahona alrededor de los 20 años de edad, pero dejo atrás algo más que un hermoso pueblo, pintoresco de personas muy serviciales y hospitalarias, dejo atrás a sus amigos, sus familiares y el amor de La Tía, le di este apodo porque así la llaman los sobrinos de Alfonso, su nombre es Julia. Ellos estaban enamorados un amor lindo, de jóvenes adolescentes, juntos desde muy temprana edad, ese amor que está lleno de energía y pasión, queriendo conocer más de sí mismos y aprender a explorase juntos, ese amor que es celoso, egoísta , ese que supera toda prueba que en esa edad se considera que es mucho. Supero todas las pruebas de si había otra chica, que la vecina de enfrente, la niña del aula, pero hubo algo que no pudo superar….
Cuando Alfonso viajo a Santo domingo dejo atrás a Julia pero con la promesa de regresar, le dijo que se iba a establecer y regresaría para casarse. El tiempo pasó, Alfonso como cualquier campesino en la ciudad paso las mil y una a pesar que donde se dirigió fue a casa de unos familiares. Pero gracias a su gran personalidad y peculiar forma de ser logro sobrevivir a las muchas piedras que le puso la vida, ir a la universidad pública sin dinero para comer, en ocasiones sin pasaje para regresar a su casa viéndose en la necesidad de caminar varios kilómetros a casa, supo lo que fue pasar hambre, consiguió un trabajo para suplir algunas necesidades pero no ganaba el suficiente dinero para poder cumplir su promesa.
Él no se daba por vencido y seguía en la lucha de sobrevivir a la gran ciudad para poder cumplir la promesa que le hizo a su verdadero amor Julia. Mientras continuaba con sus deseos muy firmes conoció personas y esas personas conocían personas, y le presentaron a una chica de la ciudad, con una mente muy abierta años luz de la de Alfonso. A esta chica la dejaremos sin nombre no vale la pena mencionarlo, pero le podemos poner el apodo de La Profesora, La profesora le dio a conocer Alfonso los placeres de la vida de ciudad, le enseño la calle, las salidas, los moteles, los trasnochos, le demostró que había algo más allá de ese amor de campo que él conocía.
La profesora hizo que se enamorara de ella a pesar de ella conocer su historia con Julia, muy coloquialmente como se dice en mi tierra, se le metió por los ojos. Alfonso no se había olvidado de su Julia, su cariñosa y tierna Julia. Pero La profesora lo tenía que botaba babas por ella, y con todo este rollo que tenía Alfonso se dirigió a su pueblo natal a visitar a sus padres.
Recuerdo a la madre de Alfonso decirme, me dolió cuando él me confeso que iba a terminar con ella porque conoció la calle, me dijo, y cito las palabras que Alfonso le dijo a su madre, “Mami, yo no puedo seguir con Julia, conocí la calle, debo terminar con ella para no hacerle daño, Julia no merece estar con el hombre en quien me he convertido, ella merece algo mejor que esto”. Llore como una niña cuando escuche aquel corazón de madre decirme estas palabras que su joven hijo con apenas unos veinte y tantos años de edad le pronunciaba a ella con dolor en sus ojos.
Tampoco puedo describir con palabras el dolor de Julia cuando Alfonso le dijo con cuales intensiones había ido aquel diciembre a Barahona, le confesó que había una chica en la ciudad que esperaba un hijo de él, le dijo que él no quería aquella mujer pero que se iba hacer responsable del hijo que venía en camino, pero que el entendería si ella no quería seguir con él. Como es natural ella lo acepto con todo y niño en camino, alegando que un error lo comete cualquiera, que eso fue producto de un hombre estar solo, le dijo que él la había hecho muy feliz y por un desliz no lo iba a dejar.
Alfonso regreso a la capital con la idea de poner fin a la relación con La Profesora y sucedió tal cual en lo tenía planeado, termino esa relación y continuo con sus estudio y trabajando, en el negocio de unos familiares e incursionando en negocios por su cuenta, el visitaba a su Julia varias veces en el año cada vez que le fuera posible viajar a su viejo pueblo. En uno de esos viajes algo fue diferente, La profesora llego a tan pintoresco pueblo detrás del hombre, padre de la criatura que ya tenían en común cuyo hombre la tenía “enamorada”, el cometió el error de caer nuevamente en sus redes, salió varias veces con ella, un motel aquí otro allá, en la ciudad las cosas continuaron iguales.
Alfonso había cambiado es cierto la confesión que él le hizo a su madre en algún momento no fue mentira, era otro hombre ya no era ese chico de pueblo enamorado, era un hombre de la calle, se le importaba los sentimientos de las damas a las cuales el seducía para simplemente acostarse con ellas, pasar un buen rato y dejarlas fingiendo no conocerlas, el caso de La Profesora no fue diferente a este, la trataba como a una más, la diferencia es que ella era madre de su hijo. Pero él seguía enamorado de Julia y ella toda ilusionada esperando por su amor verdadero, pero él seguía en la ciudad con una vida de don Juan.
En una de sus visitas a casa de sus padres, La Profesora ya conocida en esta casa, llamo y le dio la noticia a Alfonso de que estaba embaraza de él nuevamente, cito las palabras de Alfonso al enterarse de esto “Ahora si la embarre”. Eventualmente su relación con Julia, su eterno amor de infancia, tuvo que acabar. Alfonso regreso a la capital con la intención de hacerse responsable de sus hijos, decidió mudar a dicha mujer, casarse, pero él no era feliz y buscaba ese vacío que tenía su corazón en mujeres que conocía en los diferentes lugares que frecuentaba, Alfonso embarazo a otra mujer estando con La Profesora. Se repite la historia. Esta vez él se hizo responsable de ese tercer niño pero no de la chica, no era amor, ni deseo, eso solo fue un pasa rato.
Por otro lado Julia hizo su vida, se mudó a la capital detrás del sueño del toda persona de pueblo, igual que toda persona nueva en la capital, paso trabajo, se tuvo que mudar con amigas en lo que conseguía un mejor empleo, pero paso a paso fue construyendo un buen futuro. Se mudó sola, consiguió un buen empleo en una gran empresa de la ciudad, se casó y tuvo tres niños.
Cada quien continuo con su vida…
Pasaron años y nunca se vieron, ninguno de los dos supo del otro, a pesar de que eran del mismo pueblo, con familias en el mismo pueblo.
Alfonso no era feliz, sufría con La profesora, su alegría venia de sus hijos, y el motor de vida era vivir por ellos, trabajar por ellos y hacer de estos niños personas responsables, adultos capacitados y seres humanos de bien. Lo logro, lo está logrando. Trabaja arduamente para que a ellos no les falte nada.
Te miento si te digo que cambio en cuanto a su forma de ver a las mujeres, todo lo contrario se volvió más mujeriego que antes, tenía una, dos, tres… igual no le importaba, solo buscaba su satisfacción inmediata, en varias ocasiones sostuvo relaciones largas y serias, pero nunca se separó de La Profesora, esta le hizo la vida a lo misión imposible pero naturalmente, con un hombre que te mantenga en una relación de engaños poco le hizo ella, no soy quien para juzgar ni aprobar lo ocurrido. Lo que si te puedo asegurar es que cada uno de esos obstáculos, escenas de celos, berrinches, actuación de mujer dolida, manipulación, hacer sufrir a sus dos niños por conseguir lo que deseaba, el odio a hacia su otro hijo y un sinfín más de cosas fueron la causa de divorcio entre estas dos personas veintitrés años más tarde.
Los problemas seguían a pesar de la separación, la manipulación utilizando a sus hijos era cada vez mayor, pero él seguía firme, opto por ser feliz solo a ser infeliz con una persona que no lo merecía.
En una visita de regreso a casa de su madre en la vieja Santa Cruz de Barahona, tiempo después que salieran los papeles de divorcio, su madre le dijo algo, cito las palabras de la madre “mi niño pero todavía tienes chance de ser feliz, por ahí anda Julia se mudó al pueblo hace poco y se divorció hace un tiempo ya, búscala quien sabe si te da”.
Y creo que ya se imaginan el final de esta historia real, sacada de un pueblo de mi país no de un cuento de hadas.
Julia con temor pero acepto salir con Alfonso y ver si las cosas podían funcionar, no te puedo describir lo feliz que me hace ver a estas dos personas juntas, es un amor viejo pero de los buenos. Ver Alfonso junto con su verdadero amor, ver que son ellos mismos sin ataduras, sin ocultar nada, esa felicidad que emana de los ojos de Julia cuando está al lado de quien fue su verdadero y único amor. Alfonso aún vive en santo domingo Julia vive en su pueblo, buen empleo, buena casa, eso si no hay fin de semana que pase que él no la visite o que ella vaya a visitarlo a él. Es un amor para la historia, un amor correspondido y sin daños a terceros.
En la actualidad Alfonso ama por igual a sus tres hijos. Esta locamente enamorado de Julia y quiere bastante a los tres hijos de ella, en Santo Domingo él organiza su mundo para ir a los brazos de la mujer con la quiere pasar los años que le queden.
Esta es mi historia de amor la de Alfonso & Julia, tuve la oportunidad de conocerlos a ellos a sus familias, vivir en su mundo, disfrutar unos días maravillosos a su lado, la experiencia, los recuerdos me los llevo en la memoria, la amabilidad de dichas personas, el buen trato, la gratitud de ser recibida en sus casas eso me la llevo colgado del alma.
El aprendizaje que me dejo esta historia de amor. El amor cuando es puro y verdadero todo lo puede, todo lo vence, todo lo soporta, no hay tormenta tan fuerte que pueda acabar con un amor verdadero como el de ellos dos. Solo Dios si así dispone podrá separa a estas dos personas que se aman con locura. Al final en esta su historia, hay más de una persona feliz por ellos, ambas familias emanan felicidad al ver que por fin sus hijos lograron ser felices juntos.
Mis respetos y cariño para ellos.
Lily M.
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